jueves, 12 de marzo de 2009

Los alergenos

Cuando el sistema inmune detecta la presencia de un agente extraño reacciona produciendo anticuerpos. Estos anticuerpos que surgen como un mecanismo de defensa por parte del organismo ante una probable agresión de un agente externo adquieren millones de formas diferen­tes y reciben también el nombre de inmunoglobulinas.

Los anticuerpos circulan por la sangre v están presen­tes en casi todos los líquidos corporales, donde ayudan a "capturar" v prevenir la entrada de materia extraña no deseada. Cada anticuerpo tiene, además, la habilidad de reconocer v unirse a una sustancia extraña específica, con la cual "(meaja" perfectamente como una llave en una cei racima.

Que son los alergenos


Las grandes clases de anticuerpos existentes son cinco v se simbolizan con distintas letras: IgC IgM. IgA. IgD e IgE (Ig = Inmunoglobulina). La IgE es el anticuerpo pro­ducido en las reacciones alérgicas y en las reacciones de defensa contra las infecciones parasitarias.


Por esto, las personas alérgicas por lo general tienen niveles mucho más elevados de IgE en la sangre que los no alérgicos. Sin embargo, algunos alérgicos tienen va­lores normales de IgE en la sangre v puede también ha­ber gente con IgF. elevada, sin por ello ser alérgica.


De todos modos, no se sabe por qué algunas sustancias son alergénicas por qué no todas las personas desarrollan una respuesta alérgica después de la exposición a determinados alérgenos.


Sí existen, en cambio, evidencias de una fuerte con­tribución genética en las enfermedades alérgicas que los niños chaos padres padecen alergias tienen una pro­babilidad mayor para desarrollar estas afecciones.


Se dice que una persona que lia desarrollado anticuerpos IgE como para reconoce) uno o más alérgenos (pólenes, hongos, caspa de animales, ácaros del polvo, etc.), está sensibilizada a éstos.


Pero las moléculas alérgeno-específicas de IgE viajan por la sangre hacia los tejidos, en donde cubren la su­perficie de unas células llamadas mastocitos v que po­drían estar presentes en hasta 500.000 anticuerpos IgE, con diferentes especificidades sobre la superficie de un solo mastocito, permitiendo entonces a cada célula el reconocimiento de varios alérgenos.

Prevencion de alergias a inhalantes

Muchos estudios sugieren que si el recién nacido perma­nece expuesto a las sustancias alergenas presentes en el aire, tiene altas probabilidades de volverse alérgico a ellas. Por ejemplo, este es el caso del desarrollo de alergia a los ácaros, que en niños se ha ligado a la cantidad de exposi­ción temprana a estos microorganismos.


Lo mismo sucede con el desarrollo de alergia a los ga­tos, que en los niños está asociado con la presencia de un gato en la casa después del nacimiento. Estas evidencias sugieren que tomando medidas que controlen de un modo agresivo el contacto o exposición, tanto respecto de los ácaros como de los animales, es posible reducir notablemente el riesgo de concurrencia de la alergia.


METODOS DE PREVENCION DE ALERGIAS A INHALANTES


En lo referente a los ácaros, estas medidas incluyen el usar cubiertas plásticas en almohadas y colchones, lavar la ropa de cama con agua caliente cada siete días, evitar la concentración de un alto porcentaje de humedad en los ambientes de la casa y, sin duda, quitar alfombras, muebles tapizados y objetos que guarden polvo en el cuarto de los lactantes.


Por otra parte, los lactantes de familias alérgicas no deben ser expuestos a mascotas dentro de la casa duran­te los primeros años de la vida. Esta medida debe cum­plimentarse especialmente, en un intento de prevenir el desarrollo posterior de dicha alergia y sus posibles con­secuencias.

lunes, 2 de marzo de 2009

Las alergias segun las edades

Los órganos preferidos para las manifestaciones alérgicas son los que sirven de barrera entre el interior y el exterior, es decir: las vías respiratorias superiores e inferiores, la piel y el aparato digestivo.


La localización de los prime­ros síntomas dependerá de la edad del niño


LAS ALERGIAS SEGUN LAS EDADES DE LOS NIÑOS


Primera infancia

Comienzan a aparecer los primeros síntomas que son, por lo general, cutáneos y digestivos.


• Eczemas atópicos

Surgen a partir de los 3 meses y su localización y as­pecto son variables, sin tendencia a evolucionar.


• Alergia alimentaria

En especial a las proteínas de la leche de vaca. Se mani­fiesta en forma de accesos alérgicos agudos, o por vómitos y diarreas crónicas. Al suprimir la leche desaparecen los trastornos.


• Síntomas rinofaríngeos y respiratorios

Se asocian fácilmente con las infecciones, ya sea de ri-nofaringitis o de bronquitis asmática.


Entre los 3 y los 6 años, la aparición de una tos espas-módica tenaz, nocturna y reiterada podría considerarse el preludio del asma.


Segunda infancia

A partir de los 5 o 6 años, los síntomas se hacen más evidentes.


• Rinitis

Se presenta con crisis más agudas o en forma crónica. Se traduce en continuos estornudos, picazón nasal o abundante secreción serosa.


• Asma

El niño tiene sensaciones de ahogo y dificultad al es­pirar el aire de los pulmones. Las crisis aparecen, por lo general, cuando se encuentra en buen estado de salud y son muy fuertes, violentas y de duración variable.


A partir de los 8-10 años y en la adolescencia

Aparecen los síntomas relacionados con la sensibiliza­ción al polen, como la fiebre del heno, la conjuntivitis y el asma polínica.

sábado, 21 de febrero de 2009

La tos

La tos es una respuesta a la irritación de los nervios co­nocidos como receptores de la tos, que se hallan en las vías respiratorias superior e inferior. Los receptores de la tos se concentran especialmente dentro de la garganta y los puntos de ramificación más importantes de las vías respiratorias. También se encuentran en los senos, canales auditivos, tambores del oído, esófago, abdomen y revestimientos del corazón y pulmones.


Mecanismos de la tos


Estos receptores de la tos pueden irritarse mediante mecanismos múltiples, incluyendo medios mecánicos, como la presión; mediante la irritación causada por con­taminantes químicos presentes en el aire, tales como ozono o dióxido de sulfuro; o por la respuesta inflama­toria a los agentes causantes de alergias (alérgenos) o in­fecciones tales como un resfriado u otro virus.


Al ser estimulados estos receptores, se envía un men­saje al centro de la tos en el cerebro, que a su vez envía mensajes a los músculos del pecho, diafragma y pared abdominal para que se contraigan.


Este proceso inicia la tos. La tos es un reflejo que tam­bién puede producirse o inhibirse voluntariamente.


Actúa como el "perro guardián" de los pulmones, pro­tegiéndolos contra intrusos peligrosos o enemigos inter­nos que amenazan con enfermarlos.


Por consiguiente, la tos sirve para proteger nuestras vías respiratorias manteniéndolas despejadas para que podamos respirar.


Tiene buenos y malos efectos: si bien una tos ayuda a despejar las vías respiratorias de mucosidades, materias extrañas o sustancias nocivas, también puede propagar infecciones y ser incómoda.


Causas de la tos


La causa más común de la tos que dura una a dos se­manas es el resfrío común. Mientras que las más comu­nes de tos crónica son: goteo posnasal, asma y sinusitis, todo lo cual puede ser desencadenado por las alergias. Otras causas son: reflujo gastroesofágico, bronquitis cró­nica, reacciones a fármacos, bronquiectasia (tubos bron­quiales dañados o agrandados), infecciones, irritantes ambientales y causas psicosomáticas (debidas a la mente consciente o inconsciente). Entre las menos comunes se incluyen: fibrosis cística, tumores, neumonía, defectos congénitos, enfermedades cardíacas o inmunodeficien-cia, entre otras. Es común que exista más de una causa que la provocan. Si usted tiene una tos crónica, asegúre­se de consultar a su médico para determinar sus causas.


Tratamiento de la tos


Puesto que es un síntoma y no una enfermedad, la te­rapia satisfactoria depende de la terapia específica del trastorno subyacente. Por ejemplo, la tos debida al asma debe ser tratada con medicamentos antiasma. La tos pro­vocada por la sinusitis debe tratarse con antibióticos y la tos por rinitis alérgica, con antihistamínicos o aerosoles nasales de esteroides.


Cuando es causada por el reflujo gastroesofágico, mejora con el tratamiento del reflujo; en tanto, si es inducida por fármacos, se resuelve al dejar de administrarlos. Si la tos se debe a defectos congénitos, puede requerir cirugía. Cuando la tos la ocasionan irri­tantes ambientales, se trata mejor evitando o eliminando los irritantes. A veces, si no puede identificarse ninguna causa claramente, tratarla con medicamentos específicos puede servir como examen diagnóstico, si se resuelve la tos. En los adultos, los supresores narcóticos de la tos son un tratamiento temporal efectivo.


La mayoría de los preparados para la tos que se venden sin receta son combinaciones de supresores de la tos, los llamados expectorantes, descongestionan^o y antihista-mínicos. Las combinaciones diferentes tratan síntomas distintos, así es que lea las etiquetas detenidamente. Las pastillas sin receta con anestésicos locales pueden ayudar a los síntomas. Lo más importante es acudir a su médico si persiste la tos durante más de dos semanas.

jueves, 12 de febrero de 2009

La alergia

Conocida también como hipersensibilidad inmediata, la alergia se define como una sensibilidad anormal a una sustancia que, comúnmente, es tolerada y considerada no dañina.

Aunque todas las reacciones inmunológicas -es decir, de defensa- surgen de la exposición a sustancias extra­ñas, las alergias son reacciones inmunes desmesuradas que causan daño e inflamación, diferenciándose de la acción "protectora" que es conferida por las inmuniza­ciones o infecciones naturales.

Que es la alergia


Se estima que aproximadamente entre un 10 y un 15 por ciento de las personas padece algún tipo de enfer­medad alérgica, y existen evidencias que confirman el incremento de estas manifestaciones en todo el mundo.


Además, es importante señalar que las sustancias de­sencadenantes de una reacción alérgica pueden encon­trarse en ciertos alimentos o medicamentos, como tam­bién en sustancias que se hallan en el medio ambiente, tales como el polen, los ácaros, etc.

viernes, 23 de enero de 2009

Las infecciones en los alérgicos

Punto y aparte. Hasta aquí hemos visto cómo se desarro­lla el proceso de infección y cuál es la respuesta del sistema inmunológico de una persona no alérgica. Por lo que ya podemos pasar a ver cómo se desarrolla todo este mismo proceso cuando se trata de una persona alérgica.


Si bien las infecciones en los alérgicos se producen de igual manera, es decir que también son provocadas por un agresor o alérgeno que ingresa en el organismo, la diferen­cia está en cómo actúa su sistema inmunológico. Lo que se­ría una respuesta normal, ante el peligro de una posible in­fección, en el caso de un alérgico se traduce en una res­puesta exagerada por parte de su organismo, que comien­za a producir abundantes cantidades del anticuerpo IgE.


Como paso siguiente, la presencia desproporcionada de este anticuerpo en el organismo termina producien­do las manifestaciones clínicas de la alergia, las cuales son de tipo e intensidad variable, incluso con el riesgo de llegar a ser graves. En resumen: en el afán de preve­nir una infección, el sistema inmunológico "deficiente" del alérgico termina produciendo consecuencias de ca­rácter mucho más nefasto para el organismo.


Como se producen las infecciones en los alérgicos


Los factores más importantes que hacen posible una infección son dos.


La habilidad natural del agente infectante para pasar las barreras naturales y los tejidos, lo que se conoce como virulencia.


El grado de labilidad o eficiencia del sistema general de defensa del individuo durante las diversas fases del ataque del germen (susceptibilidad).


Por lo general, los mecanismos de defensa (sistema inmunológico) de una persona normal tienen una capaci­dad limitada de respuesta. Además, requieren una expo­sición repetida a un determinado germen, y durante un tiempo prolongado, para lograr niveles óptimos de efica­cia. Por ello, es posible que se cause una infección fácil­mente ante una primera exposición a un nuevo germen, cuando la exposición es exagerada, o cuando se cambia por alguna razón la ruta de entrada habitual del agresor. Del mismo modo, una mayor oportunidad de contacto con gérmenes de variada virulencia puede ser suficiente para explicar la elevada frecuencia con que aparecen in­fecciones en las vías respiratorias altas.


Todas las personas son susceptibles a infecciones pro­venientes de miles de gérmenes distintos. En tanto, el propósito del sistema inmunológico es prevenir al orga­nismo reconociendo a los gérmenes y combatiéndolos antes de que puedan causar las infecciones. A tal fin, el sistema inmune tiene la particularidad exclusiva de aprender a reconocer la apariencia de un germen y re­cordarla siempre (memoria inmunológica). Además, debido a que algunas familias de gérmenes tienen apa­riencias similares, cuando el sistema inmune aprende a reconocer a un miembro de la familia, también le pro­tege la infección de cualquier miembro de esa familia. Una vez que su sistema inmunológico ha aprendido a reconocer a un germen en particular, es difícil que un nuevo contacto con él produzca una infección.

jueves, 22 de enero de 2009

Las manifestaciones alergicas

Las manifestaciones alérgicas están íntimamente relacionadas con la capacidad de respuesta del sis­tema inmunológico del organismo humano. Y entre las capacidades fundamentales de este sistema se encuentra la habilidad para desarrollar la capacidad de reconocimiento inmunológico y memoria. Así es como las células de dicho sistema inmune no "olvidarán" jamás el primer "encuentro" con una sustancia extraña y que no hayan podido reconocer como propia, generando una primera reacción de rechazo.


Una vez dado este primer paso en el camino que conduce hacia una definitiva reacción alérgica, si esta sustan­cia en algún momento vuelve a presentarse, ocasionará una respuesta del organismo mucho más veloz y vigoro­sa que la manifestada durante el primer contacto.


Que son las manifestaciones alergicas


Así es, entonces, como surge el resultado de los mediadores químicos, producidos por las células "memorio­sas" -que se activan ante la reposición a aquello que pro­duce la alergia- las cuales, en el mismo instante, actúan incrementando la respuesta y activando otros aparatos del sistema inmune.


Qué es un alérgeno

El término alérgeno se aplica a las sustancias capaces de ma­nifestar principalmente una respuesta inmunoalérgica.


Alimentos, medicamentos, sustancias transmitidas por la picadura de un insecto, e incluso aquellas que se en­cuentran en el ambiente cotidianamente, pueden ser consideradas alérgenos.


El problema se desata cuando ingiere, huele o apenas entra en contacto con un alimento, droga o sustancia con esta característica.


También dichas sustancias pueden ingresar en el torrente sanguíneo y ser transportadas a la piel, donde reaccionan con los anticuerpos de la alergia, producien­do la dilatación de los vasos sanguíneos v el escape de lí­quido, causando localmente la formación de ronchas e hinchazón.

lunes, 12 de enero de 2009

Invasion de alergenos

Muy variadas suelen ser las rutas elegidas por los alérgenos para hacer su entrada triunfal. Y siempre la elección de una u otra depen­derá de los puntos débiles con que se tope en el organismo que intenta "colonizar".


Si su cuerpo ya fue víctima del ataque de algún alér­geno y aún no pudo identificar al "agente agresor", es oportuno realizar una visita al especialista. Como infor­mación previa a la consulta, pueden resultarle de mucha utilidad los datos incluidos en este capítulo.


INVASION DE ALERGENOS EN EL HOGAR


Después de haber enumerado la gran variedad de tipos de alérgenos que existen, se puede tener la sensación de que siempre nos encontraremos en inferioridad de con­diciones para resguardarnos de la alergia, debido a que "el enemigo" tiene una gran superioridad numérica.


Incluso, podemos llegar a sentir que no tenemos for­ma de defendernos de esta auténtica "invasión de alérge­nos". Por consiguiente, ante semejante embate, parece una posibilidad inminente el terminar siendo víctimas del azote de enfermedades alérgicas de lo más diversas.


En primer lugar, vale aclarar que esta idea es total­mente errónea. Aunque sí es cierto que los alérgenos es­tán en todos lados, esto no tiene una real importancia. Principalmente, porque las personas que padecen de alergia, por lo general, sólo están sensibilizadas a dos o tres de los miembros de este "inmenso ejército". Así, por más que los enemigos sean tantos, sólo se debe estar realmente preocupados por unos pocos.

lunes, 5 de enero de 2009

La alergia al sol

Debido al creciente número de sustancias que producen fotosensibilización, cada vez son más numerosas las reacciones adversas que se producen al tomar baños de sol.


Como consecuencia, hasta el agradable bronceado puede convertirse en una molesta erupción.



La alergia al sol en los niños



Tanto los perfumes, como las sustancias que contienen ciertos jabones y desodorantes pueden sensibilizar la piel a la acción de los rayos ultravioletas.


Lo mismo ocurre con ciertos medicamentos de uso común, como las sulfas. Por eso, cuando tu hijo esté tomando alguno de ellos consulta con su pediatra antes de exponerla al sol.